jueves, 15 de junio de 2017

No soy nada



Ni si me quiero contigo,

O me odio sin ti,

No se nada,

Dime si el recuerdo es lo unico que queda, 

Lo unico que es, 

Porque yo no soy     

                     nada,




Dime si yo me queria contigo o si te queria a ti, 

si te queria a ti. 

A ti queriendome o te queria a ti, sin ser quien me quiere. 

Por que yo hoy ya no soy      

                          nada.

miércoles, 7 de junio de 2017

QUIERO TODO ESTO Rai Gracco


Quiero escribir un texto en el que me refleje a la perfección, conseguir ese arte que consiste en hacer un espejo con las palabras... 

Quiero entender todo aquello que conozco de mi, asimilarlo, ordenarlo... y poder decir una palabra, aunque solo sea una, de la que pueda estar seguro que representa fielmente una parte de mí. Deseo no andar perdido, no encontrar silencios cuando intente explicarme. 

Y es por esto que vengo a decir que quiero hablar con el tono que refleje lo que siento cuando explico lo que me mueve, lo que me ataña... ¿Qué no te gusta mi tono, mi expresión, mi lenguaje? Pues aguántate o no me escuches, quiero ser pasión cuando hable, pues solo entonces hablare en serio. 

Quiero que se jodan los políticamente correctos, esos cobardes que les asusta todo lo auténtico, que les da miedo las consecuencias de vivir sinceramente, que se jodan todos aquellos que se odian a sí mismos, que temen mostrarse y ser odiados por los demás con la misma intensidad que se odian ellos... Quiero plantarme frente suyo y decirles sin palabras, con mi vida de ejemplo, que soy ese monstruo que ellos esconden tras una careta y buenos modales, y que ¡oh! ¡me encanta serlo! 

Quiero provocarles, sacar a paseo su rabia, pues es el único instante en que no controlan su farsa, quiero observar el hermoso espectáculo que supone el quitarse las caretas, quiero que nadie corre el telón para esconder a los actores tras finalizar su comedia. 

Quiero que teman mi mirada, incluso cuando me dicen que les gustan mis ojos… Se que les da miedo que vea el secreto que esconde ese individuo que muestran a todo el mundo, yo se que son conscientes de que veo a través de su mascara y de que huelo el miedo en ellos, ese miedo que aflora al amarme y temer que su ser real me resulte tan odioso como a ellos. Quiero que amen mis ojos y los necesiten para que, así, pese a temerla, no puedan eludir mi mirada. 

Quiero conservar esa actitud desenfadada aunque un tanto provocativa cuando hablo con extraños, recuperar lo que haya podido perder de ella con aquellos que quiero, pues mi fuerza consiste en ser auténtico, en no filtrarme casi nada... por eso no quiero volver a mentir a aquellos que amo, si algo me caracteriza es mi sinceridad; nunca me he sentido más incomodo que cuando le mentí a ella, quiero disculparme una vez más por ello, no supe hacerlo mejor, lo siento.  

Quiero aprender a amar, no quiero una teoría de cómo hacerlo, estoy harto de todos aquellos que dicen saber cuál es la mejor forma de amar, me harté incluso de mis propias teorías; quiero que mi amor sea como la habilidad del que trabaja la madera o el hierro i no acudió a ninguna escuela a aprender ese arte; que se formó a base de práctica, a veces fastidiándolo todo, otras sorprendiéndose a si mismo... pero sacando, al final, los movimientos que se adaptaban mejor a su anatomía y encontrando las herramientas adecuadas para realizarlos, a la vez que no perdían de vista el cómo actuar ante los distintos imprevistos que encuentran en la materia que pretenden trabajar. 

Quiero verte feliz, quiero hacerte feliz, aunqué no pueda lo quiero... si lees esto sabrás que te hablo a ti. 

Quiero volver a esa torre, con el bosque bajo nuestros pies y ésta vez ser capaz de amarte más de lo que me amo a mi mismo. 

Quiero estar enamorado, loco, cegado por ella, sin sentirme mal por ello... aunque no sea correspondido, quiero saber cómo se puede equilibrar una balanza tan desigual y, así, poder construir juntos algo suyo y mío. Quiero dejar de hacerme trampas al solitario y, si es necesario, perder del todo la partida y saber abandonar antes de que todo esto me consuma; no me asusta estar loco, y si el enamoramiento es de las pocas locuras que no me será censurada quiero aprovecharlo; quiero agobiarme sin sentirme culpable por hacerlo, quiero pensar en ella sin decirme que lo hago muy a menudo, quiero ilusionarme y/o estrellarme, deprimirme y alegrarme fuera de medida, sentir como el corazón me da un bote cuando la veo; quiero intentar domar unos celos desmesurados, quiero acercarme a ella, llamarle la atención, hacerle saber lo que siento, sin sentir que estoy haciendo el ridículo... Quiero leer todo esto último y asustarme y preguntarme si no estaré siendo tóxico, tener la capacidad de autocritica sin perder de vista que la locura está más allá del bien y del mal... quiero confiar en mi propia escalera de valores para saber cabalgar la bestia descontrolada, la locura que me invade.

Quiero vivir grandes cosas, cosas que escapen de ser reales, ser consciente de la mentira pero no negármela, quiero explorar toda la magnitud de una vida que solo viviré una vez. 

Quiero follar, me encanta follar, y quiero vivirlo como una lucha, una guerra entre individuos que desean dominar al otro, poseerlo... quiero que me provoque, que saque a pasear la fiera y yo trate de dominarla. 

Quiero crear un espacio seguro, un oasis en medio del duro desierto que es la vida, quiero un espacio real, que nazca de mis manos y no sea una burbuja que parasite para sobrevivir... Quiero compartirlo, vivir y crecer en él, no me interesa dar la vuelta al mundo, no lo necesito para hacer mi arte, mi obra, mi vida... En una zona de confort aparentemente monótona puedo vivir cada día en un mundo completamente distinto al anterior. Es por eso que no quiero perder esa fuerza, ese carisma, esa potencia y espontaneidad que crea situaciones, que me divierte, que rompe con cualquier monotonía. 

Quiero crear mi orden, mi disciplina, mis rutinas... y desafiarlas cada día con mi caos, fortalecerme en esa lucha íntima y gozar de lo que sobreviva a esta guerra. Quiero competir para crecer, pero competir conmigo mismo o con mis enemigos para no destruir potencias ajenas que no me han hecho nada como para procurarles tal fin. 

Quiero saber cuidar a los que amo, tejer relaciones de amistad con aquellos que me interesan, pero no quiero exceder mis capacidades sociales, no quiero que el "ellos" se coma el "mí".  

No entendería el construirme, edificar mi vida, sin crear relaciones humanas, y pese a que no me moleste tener enemigos que me obliguen a no dormirme, prefiero tener amigos que hagan lo mismo, siendo sinceros, dándome esa hostia, sin miedo, que tantas veces necesito... Quiero levantar proyectos con ellos, crecer, quiero rodearme de aristócratas que planten cara a la crueldad y dureza de la vida. 

Quiero conocer mundos y dar el mío a conocer... 

Quiero jugar en mis mundos paralelos, compartir esos juegos que son la máxima expresión de mi existencia, y no quiero contribuir a un juego reducido a ocio estéril, a otra forma de entretenimiento simple que no ayuda a escapar de la alienación mortal de nuestra existencia, sino todo lo contrario, quiero que sea un paradigma donde desarrollar cualquier tipo de potencia que – pese a estar carente de sentido – haga amarnos de una forma intima y con ello nuestra vida, nuestra existencia...
   
Quiero seguir siendo ese niño que siempre se opuso a ser adulto. 

Quiero explorar mis límites, llegar a mis horizontes y crear otros de nuevos; quiero roer hasta el último hueso de mi mundo para saborear todo lo que pueda encontrar en mi. Pero no quiero perder las fuerzas en ello, quiero dominar mi bestia y evitar que ésta me destruya; quiero comer en el banquete de mi vida a gusto, prestando atención a todos su sabores y matices, sabiéndome rico y sin miedo a sufrir hambruna alguna; no quiero devorar y atragantarme sin ser consciente de lo comido, asustado ante la idea de que pueda ser lo último que pueda comer. 

Quiero ser, quiero cantar y bailar, sobre todo lo segundo, quiero danzar por el mundo a mi manera, como quiera... ser y divertirme siendo, gozar de hacer temblar el mundo con mi baile, recordando la fragilidad del suelo que pisáis en cada instante. 

Quiero seguir siendo una hoguera iconoclasta, jugar con fuego una y otra vez, y no prestar atención a las voces que advierten de lo peligroso que es... Pero no quiero usar gasolina con aquello que no lo merece, quiero controlar en todo momento mi fuego, no deseo volver a arder entre mis llamas pues de esas heridas cuesta mucho recuperarse y, pese a gustarme, ésta no es la obra de mi vida, no merece tal sacrificio por mi parte. 

Quiero que mi vida sea un concierto extenso, con muchos silencios que despierten la necesidad de melodía, quiero gozar de esos momentos en los que escucho música y es como si pusiera banda sonora a ese preciso instante de mi vida; quiero descubrir nuevos grupos, nuevas canciones, en definitiva: nuevos sonidos, nuevas melodías, que satisfagan esa necesidad que despertará el silencio. 

Quiero que mi existencia sea un constante vitalismo, pese a saber que la vida a veces lleva dolor, que en el dolor muere siempre algo íntimo y que por ello la vida es un morir lentamente... Quiero decir a los cuatro vientos: "¡Vamos a morir! No es ningún secreto ¡jódete puto zombi! Por más maquillaje que te pongas tu carne olerá a putrefacción igual; nunca estarás seguro ante el constante aliento de la muerte, sal de la tumba a la que te has acomodado y rebélate contra nuestro mortal destino... Pese a que sabemos que vamos a perder la guerra cada día de lucha contra el devenir será una victoria que podremos celebrar ¡vive joder!" 

Quiero que nunca olvide lo que le dije y vale para todo aquél que sea mi amigo: "Mueve en mi todo lo que puedas, utilízame, transforma lo que toques, yo hare lo mismo contigo, no quieras dejarme indiferente, a mi no me da miedo cambiar, seguiré siendo yo." 

Quiero que la culpa no me impida volar, que no me arrastre al suelo, que no me haga reptar en esta vida, quiero ser consciente de verdad que hacemos aquello que mejor podemos hacer teniendo en cuenta las circunstancias, el bagaje, los conocimientos y la fuerza que tenemos en cada momento... quiero que esto no sea una excusa pero que transforme la culpa en una potencia que motive a no repetir el mismo error en lugar de ser un peso que impida seguir andando. 

Quiero dar las gracias a ese hermano que se fue, esas gracias que olvidé decirle tantas veces... 

Quiero hablar de la muerte, mirar de frente la nada que representa, desafiar la mayor depresión de nuestra generación: la vacuidad de nuestra existencia. Quiero afrontar el miedo a la muerte, a la nada, que no se olvide su esencia, quiero que nadie pueda escapar a su presencia, que nadie pueda esconderse de ella en futilidades, en cualquier espacio o situación evasiva; quiero que se vuelva a bailar entorno a la muerte, quiero que vuelva a ser motor de vida, de pasiones... quiero que veamos la nada que representa sin pavor, con una carcajada al ver lo ridículo que es el vacío cuando somos capaces de llenarlo, lo ridícula que es la muerte mientras estamos vivos. 

Aún quiero cambiar el mundo, que esos sueños y utopías que viven en mi mente puedan realizarse, aún amo la insurrección, aún no he abrazado la misantropía, aún amo la anarquía, pero nada de eso lo veo posible, así que quiero volver a creer en ello, quiero despertar y que el sueño siga en pie, o que, al menos, mis ganas de luchar por ello no se desvanezcan.  

Quiero guardarme secretos para mí, quiero dejar este texto abierto a todo momento en el que quiera algo nuevo... como dije en el principio "quiero hacer de estas palabras un espejo", no será una foto fija, y aquí seguirá siempre abierto.

martes, 6 de junio de 2017

LIGANDO CON GILIPOLLECES I


Le pregunté sin pensar, reconozco que no es de las mejores preguntas para ligar, pero ¡que coño! Quería saberlo: "¿Qué piensas de mi?" 

Me miró extrañada, y no dijo nada, fueron unos pocos segundos, para mi demasiados, y volví a romper el silencio: 

"A que viene esa sorpresa, ¿a caso nadie se ha preocupado nunca de cómo lo ves? ¿A caso no te ha interesado nunca saber qué piensa alguien de ti? ¿Qué hay de raro en que me interese qué opinión tienes de mi? Seguro que si me levanto y digo a toda la sala “X eres preciosa” te va a preocupar lo que puedan pensar todos los que serian espectadores de mis palabras... ¡Ah! por cierto, no mentiría, eres preciosa, eso es otro tema. Pero ¿ves? Te preocuparías, querrías saberlo y eso que son unos cualquiera en tu vida, no sabes ni el nombre de la mitad de ellos... 

Me interesas mucho, quiero conocerte, lo único que se es eso, que eres preciosa, que tu físico me atrae un montón, se eso y el nombre que te pusieron, demasiado poco para contentar el interés que has despertado en mi; yo quiero saber tu "verdadero nombre", quién eres, qué eres...  

Igual que yo no soy solo Oberyn, sino también un imbécil, raro, nihilista, cínico, gilipollas... i un sinfín de nombres más hasta llegar a no tener palabras para definirme, tu eres mucho más de lo que me has mostrado y quiero explorarte hasta que encuentre algo en ti que no sepa nombrar." 

Y funcionó, sí, lo sé, parece una locura... no lo llevaba preparado y en verdad mientras lo decía me pareció una soberana gilipollez, pero me gustan las gilipolleces y en cuanto pude salí corriendo a plasmarlo en el primer papel que encontré. 

lunes, 5 de junio de 2017

NO SERÉ UN MÁRTIR


No existe mérito ajeno que pueda exigir mi sacrificio. 
Los únicos sacrificios que valen la pena son el madero, el chivato, 
el explotador, el opresor, el gobernante, el lameculos etc. 
Que se suicidan evitando, así, joderme la vida. 



Todos mis actos serán egoístas, cualquier atentado contra el burgués, el policía, las autoridades, el orden social, la propiedad, el derecho, la moral, discurso dominante, tabú, dogma o cualquier otra herramienta de dominación o potencia autoritaria no serán, sino, actos egoístas; tras de mis acciones no buscaré nada más que defenderme, o venganza, o simplemente satisfacción egoísta, mía; jamás voy a sacrificar la seguridad de mi vida por las masas que no entenderán la radicalidad de mis actos, e ignoran o se resignan a ser oprimidas, robadas, ignorantes, alienadas y/o maltratadas. Sé que exigirán mi cabeza por cualquiera de mis crímenes, sea de la envergadura que sea, se atreverán a elevarse por encima de mi, creyéndose poseedores de una moral superior, y me juzgarán, estoy seguro que lo harán, pues ya lo han hecho otras veces... 

No es ningún misterio que no van a agradecer mi sacrificio, para ellos seré un criminal y su respuesta será aplaudir cuando un verdugo cualquiera (llámale juez, policía, carcelero, ciudadano...) ejecute mi castigo. 

¡No! ¡No soy tan imbécil! No seré el mártir de nada ni nadie; nada merecen las masas, nada merece aquél que no toma, no es, por si mismo ¡que les jodan! Ellos van a odiarme por lo que soy a mi me son indiferentes por lo que son, así que ¡VIVA YO! Muerte a la causa que se alimenta de mártires.